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Voluntarios organizando el reparto de alimentos esta mañana en Inpavi. mari carmen ruiz
INPAVI protagoniza un reparto para 450 familias: más de 37.000 kilos de alimentos para tres meses

INPAVI protagoniza un reparto para 450 familias: más de 37.000 kilos de alimentos para tres meses

Estos productos no perecederos, provenientes del FEAD, llegan a unas 1.800 personas de la barriada de La Corta o La Palmilla, muchas de ellas adscritas a sus planes de ayudas por primera vez

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Domingo, 21 de marzo 2021, 10:22

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Son el ánimo y la esperanza de muchos vecinos de la barriada de La Corta que vieron cómo sus vidas cambiaron en cuestión de semanas al comienzo de la pandemia y que encuentran ahora consuelo en estas ayudas.

La asociación Integración Para la Vida (INPAVI) trabaja codo con codo con las personas más vulnerables de la zona, pero también con otras de Palma-Palmilla que necesitan su ayuda a través de los repartos de alimentos que hacen de forma trimestral. Esta vez han sido alrededor de 37.000 kilos de productos no perecederos los que se han preparado especialmente para 450 familias, un reparto que podrá llegar a un total de 1.800 personas. Liliana Ibáñez, coordinadora del área de proyectos de INPAVI en Málaga, relata que estos repartos de alimentos no son nada sencillos: su organización requiere más de una semana de antelación, entre la descarga de los productos (que provienen del Fondo de Ayuda Europea para los Más Necesitados (FEAD)), empaquetado y distribución según el número de personas de la unidad familiar. «En este programa tenemos a personas que año tras año están con nosotros, pero también familias que antes de esta crisis no tenían problemas económicos, pero que ahora se han visto en paro o son autónomos y se han 'comido' todos sus ahorros. Se encuentran pidiendo comida por primera vez y algunos llegan con mucha vergüenza o, por desgracia, entre lágrimas», relata Ibáñez.

Entre esos productos que las familias se llevan para pasar tres meses están el aceite, la pasta, el arroz, tomate frito, la macedonia de frutas o verduras, potitos o cereales para los pequeños. «Los pañales, por ejemplo, los damos en otras ayudas de emergencia, que realizamos cada martes en nuestra sede, en las que citamos a entre 10 o 15 familias», estima la coordinadora de proyectos.

Lo que está claro es que esos números de atenciones se han duplicado, añadiendo también otro servicio imprescindible en estos repartos: más de 2.200 prendas de vestir y enseres para los bebés que los mismos usuarios de INPAVI pueden escoger o pedir a los voluntarios según sus necesidades.

Estos repartos, que mueven a 180 voluntarios de la entidad, están perfectamente medidos y controlados: todos los usuarios están citados a una hora concreta, y la entrega de alimentos es rápida y eficaz, pero no por ello fría, distante o indiferente: «Cuando formamos a nuestros voluntarios les decimos que esto no es un supermercado, que se tiene que despachar a la persona y listo. Estamos haciendo un trabajo humano, que tenemos que atender a todos con una sonrisa aunque llevemos mascarilla, y que si un voluntario se toma tiempo en hablar con alguna persona se para el reparto y no pasa nada. Estamos para echar una mano a estas familias, pero también para escucharlas porque lo necesitan», concreta Ibáñez despidiendo una jornada intensa y que repetirán dentro de tres meses.

Una de las voluntarias atiende a una mujer en su llegada al reparto.
Una de las voluntarias atiende a una mujer en su llegada al reparto. mari carmen ruiz

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