Instalación escénica PROYECTO VILLA

Por Daniela Contreras López

Las memorias § en un esfuerzo por sobrevivir al paso del tiempo y a los intentos de borraduras a las que han sido sometidas, dejan rastros y huellas que permanecen, tanto en aquellos lugares simbólicos como en aquellos espacios físicos testigos del pasado, como si se resistiesen a desaparecer, esperando a ser descubiertas por quien ponga el lente ahí. Son estas huellas a las que podemos acceder a través de una arquitectura de la memoria, espacios físicos que contienen esos recuerdos en un espacio y un tiempo determinado. Es esta arquitectura de la memoria la que nos inspira a crear la pieza PROYECTO VILLA, una instalación escénica basada en testimonios de sobrevivientes a centros de tortura en Chile durante la dictadura cívico-militar que reconstruye espacios domésticos de casas residenciales usurpadas para ser lugares de tortura. Si bien, nuestro punto de partida fueron los testimonios del Archivo Oral de Villa Grimaldi, §en la indagación atravesamos otros archivos como el Archivo Oral del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, el Archivo de Historial Oral de Londres 38 e incluso la nueva colección de la Corporación Memoria Borgoño, en la que Edison Cájas participó en su registro, lo que nos hizo ver la necesidad de expandir nuestra mirada a más sitios de memoria. Para nosotros, PROYECTO VILLA se convirtió también en la unión de esos lugares, una villa de sitios a modo de proyecto, representando el trabajo en construcción continuo por la memoria.

Chile; transitando por distintos personajes, espacios y momentos, y haciendo partícipe a la audiencia con distintas acciones de involucramiento en la instalación. Los fragmentos de testimonios de sobrevivientes de los centros de tortura son entregados a través de la voz de los intérpretes, así como también en dispositivos audiovisuales, musicales y objetuales, los que pueden ser tocados y usados por los asistentes, cruzando distintos formatos, tanto poético como informativo.

La usurpación del hogar

El PROYECTO VILLA nació de la inquietud que junto al filósofo y cineasta Edison Cájas tuve para continuar trabajando en las temáticas de derechos humanos, memoria y dictadura que han inundado nuestro trabajo particular; así como de la curiosidad de hacer un trabajo que involucrara ambas disciplinas en las que nos desarrollamos: el cine y el teatro. En el año 2018 decidimos asociarnos artísticamente para dar pie a este proyecto, el que jalaría una pequeña hebra de un trabajo de memoria que se convertiría en el motor creativo del Núcleo de Creación Contreras&Cájas, § del cual también hacemos parte. Fue así como en el camino de la creación conocimos a importantes artistas e investigadores escénicos y teóricos nacionales e internacionales, quienes decidieron sumarse al proyecto y compartir la creación desde la colaboratividad y el acompañamiento a nuestro proceso§. Esta forma de trabajo fue clave en la realización de PROYECTO VILLA pues gracias a la distancia que pudimos tomar con Chile, en un viaje de kilómetros hasta Cambridge en Reino Unido, donde realizamos nuestra primera residencia artística, pudimos entender las características únicas de nuestra dictadura latinoamericana. Si bien siempre hemos considerado que nuestro trabajo apela a una memoria histórica chilena de dictadura, concebimos su creación con un sentido universal, cruzando temáticas que apelan al trauma y a la sobrevivencia, aquellas de represión y castigo, pero también de compañerismo y acompañamiento. Sin embargo, nos fue más difícil ver aquellas que definían esa particularidad propia de nuestra identidad. No por su desconocimiento, sino porque normalizábamos prácticas de la maquinaria represiva que respondían a nuestra idiosincrasia como país. La perspectiva del grupo británico 30 Bird, con quienes trabajamos en una primera etapa, nos permitió entender que al momento de crear centros de tortura y exterminio, no solo sucedieron las atrocidades retratadas en los informes y comisiones de verdad y justicia §, sino que en términos arquitectónicos, los recintos seleccionados para llevar a cabo estas atrocidades no fueron construidos en base a las necesidades funcionales que tendrían esos espacios, sino que fueron adaptados a partir de otros lugares ya existentes: en su mayoría, estos espacios correspondieron a casas residenciales rodeadas por la vida cotidiana de la ciudad y cuyo pasado estaba lleno de vivencias y recuerdos.


Primera apertura al público en la residencia junto a 30 Bird, en Cambridge, Reino Unido. En ella se mostraba el rescate de las características de algunos de los centros de tortura en Chile, como el piso blanco y negro victoriano que permitió el reconocimiento de Londres 38 y que también los testimoniales recuerdan de la ex Clínica Santa Lucía. Febrero 2018. Créditos: Edison Cájas.

De esta forma, era necesario profundizar en esta cualidad, entendiendo que se usurpaban casas, pero también hogares. Juhani Pallasmaa reflexiona que “el hogar no es un simple objeto o edificio, sino un estado difuso y complejo que integra recuerdos e imágenes, deseos y miedos, pasado y presente” §. En este sentido, el trauma no solo se produce en la implementación de métodos de tortura y desapariciones forzadas, sino

que también en la usurpación de lo más íntimo, aquello que es nuestro lugar de protección como lo es el hogar, el que se constituye como un lugar de recuerdos e identidad que pasan a ser borrados completamente. Dos de los casos más emblemáticos en Santiago son la Venda Sexy y la Casa José Domingo Cañas, ambas casas ubicadas en barrios residenciales que en el presente han sido modificadas o totalmente destruidas buscando ocultar huellas y borrar su pasado.

La usurpación de casas residenciales para ser convertidas en centros de tortura y exterminio, no solo demuestra una particularidad del modo de ejecución de la represión de la dictadura en Chile, sino que también es prueba de los mecanismos improvisados de una maquinaria impuesta y puestos en práctica en la marcha, donde no hay lugar ni presupuesto para una construcción destinada a la represión y castigo.

Registro de la instalación escénica Proyecto Villa en el Centro Cultural Gabriela Mistral 
en junio de 2019. Créditos: Edison Cájas.

La generación postdictadura

La particularidad del uso de casas residenciales en las dictaduras latinoamericanas nos ayudó a entender y configurar nuestro proyecto desde esa intimidad y desde la memoria colectiva, inspirados en nuestra infancia en el hogar y en nuestras biografías. Con Edison crecimos durante dictadura. Sin embargo, somos parte de una generación que posee pocos o nulos recuerdos de ese pasado político. Más bien, poseemos memorias asociadas a nuestros padres, momentos de infancia y recuerdos de nuestro hogar. Si bien vivimos nuestros primeros años en un país lleno de represión y castigo, no tenemos recuerdos vívidos de eso, pero sí de nuestros hogares y los sonidos que lo rodeaban, donde la televisión y la radio tenían un rol fundamental en cada hogar. No obstante, también entendimos que, a pesar de no haber tenido recuerdos vívidos, sí nos marcaba enormemente la dictadura. Somos lo que Ana Ross define como la generación postdictadura, “aquellos que crecieron bajo regímenes militares, afectados por la situación política, independientemente del grado de entendimiento de los hechos o de la relación de sus familiares con la política” §. Crecimos con ese miedo que inundó a la generación de nuestros padres y que continuó incluso terminada la dictadura. Aprendimos a andar con nuestros carnets de identificación en la calle, aún sin entender bien por qué y experimentamos las primeras marchas de la Revolución Pingüina§, ya como universitarios, con el trauma heredado de nuestros padres por la represión de la institución armada. Esto es algo que contrastamos con Paulina y Daniel, los actores que conducen el recorrido por la instalación, quienes experimentaron los últimos años de la dictadura en su juventud y con quienes pudimos compartir sus historias con imágenes muy claras respecto a lo vivido. 

A partir de estos recuerdos asociados al hogar, decidimos que los objetos que constituirían los espacios domésticos de PROYECTO VILLA, debían representar esa memoria y estar cargados de esa historia. Llenamos esta casa piloto de múltiples casas de fotografías reales, archivos y recuerdos que estaban guardados en nuestros hogares de infancia. Sólo de esa forma podíamos llevar al espectador a entrar a ese mundo que recordamos. Parte de la escenografía fue también constituida por muebles propios que inundaron nuestras casas en los años 80´s. Estas reflexiones de memoria colectiva quisimos permearlas en el trabajo objetual, pero también en el material sonoro§ y audiovisual. Los archivos audiovisuales incorporaron imágenes del registro realizado en plena dictadura por Augusto Góngora§ en Teleanálisis y filmaciones caseras de nuestra familia. Esto, sin duda, generó una conexión única con la audiencia y los llevó a recordar sus pasados también como nos fue expresado al finalizar cada función.

Parte de los archivos y fotografías personales de la compañía que conformaron el componente objetual de la instalación escénica Proyecto Villa en el Centro Cultural Gabriela Mistral en junio de 2019. Créditos: Jorge Sánchez/GAM.

De alguna forma, PROYECTO VILLA se convirtió en una forma de entendernos a nosotros mismos, de indagar y explorar en nuestro pasado junto a todas las atrocidades cometidas, los lugares borrados que ya no permanecen, aquellos rescatados y aquellos que permanecen pero que ha sido borrada su historia completamente y sólo quienes pasaron por ahí podrán narrarnos esos recuerdos. Es nuestro deber como generación no permitir el olvido y cuestionarnos constantemente el trabajo por la memoria. Un lugar en el que es necesario seguir indagando y explorando para así encontrar y dar respuestas a las víctimas que dejó ese pasado oscuro de Chile.

No puedo terminar este artículo, sin mencionar la presencia de Augusto Góngora en todo nuestro proceso de creación y funciones. Él nos instruyó y maravilló con sus recuerdos de sus vivencias en cada ensayo. Augusto es para nosotros el captador de las imágenes más representativas de la dictadura que permanecen en nuestra memoria colectiva gracias a Teleanálisis. Su presencia significó la constante pregunta por la memoria, el recuerdo y lo que permanece aún allí.

Reseña PROYECTO VILLA:

PROYECTO VILLA es una performance interdisciplinar, creada por el cineasta y filósofo Edison Cájas y la actriz, directora y performer Daniela Contreras López. El trabajo, consiste en la realización de una pieza escénica de recorrido, que mezcla el lenguaje teatral con el audiovisual, y que habita espacios domésticos de una aparente casa residencial, la cual devela ser distintos espacios de centros de detención y tortura chilenos.

Ficha Artística:

Dirección y dramaturgia:Edison Cájas y Daniela Contreras López 
Performers:Paulina Urrutia y Daniel Candia
Diseño e iluminación:Nicolás Jofré
Directora de Arte:Daniela López Realización Audiovisual: Edison Cájas
Composición musical:Gonzalo G. Galleguillos. Texto poema: Raúl Zurita.
Asesoría Investigación:Evelyn Hevia
Comunicaciones:Alicia Contreras 
Producción:NotoFilms

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Iturriaga, Iván. Lugares Desaparecidos. Rastros de los Centros de Tortura y Exterminio en Santiago. Documental. Proyecto Fondecyt N* 1140200, Campo de prisioneros en Chile. Reconfiguración de lugares y las subjetividades. Dr. Santos José Herczeg, 2017.

Parque por la Paz Villa Grimaldi, Corporación. “Archivo Oral”. Archivo Oral, s. f. http:// villagrimaldi.cl/archivo-oral/.

Pallasmaa, Juhani. Habitar. 1o. Barcelona: Gustavo Gili, 2016.

Ros, Ana. The Post-Dictatorship Generation in Argentina, Chile, and Uruguay: Collective Memory and Cultural Production. New York, United States of America: Palgrave Macmillan, 2012.

Trenzar Memorias, No. 1, Marzo, 2021.

Daniela Contreras López
Daniela Contreras López
Daniela Contreras López es actriz de la Universidad de Chile y MA in Theatre and Performances Studies de la Universidad King’s College London. Su trabajo se centra en la creación artística sobre temáticas de derechos humanos y post dictadura chilena que desarrolla junto a Edison Cájas en el Núcleo de Creación Contreras&Cájas. Actualmente, trabaja en la creación de BAVIERA el segundo trabajo del Núcleo Contreras&Cájas y que es parte del Programa de Dirección Escénica 2020 de la Fundación Teatro a Mil y Goethe Institut Chile.