participa el profesional en educación; cada nueva situación que enfrenta el docente debe
permitirle un análisis de las situaciones que se llevan a cabo en el aula y que de alguna
manera requieren ser modificadas, cambiadas o sustituidas, lo cual favorece la realización del
mejor esfuerzo para el logro de los objetivos propuestos en el plan curricular.
Por las razones antes mencionadas, es necesario que los docentes diseñen diferentes
acciones en el aula que les permitan facilitar el registro de las situaciones o interacciones que
se desarrollan en ella, con las cuales de alguna manera, se favorece el progreso individual o
grupal de los alumnos y permite el desempeño efectivo del docente, en procura de ver
satisfechas las necesidades tanto como de los estudiantes.
Las formas de recolección de la información le deben permitir a los docentes registrar las
actuaciones de los estudiantes tal cual son, lo mismo que la manera en que ellos enfrentan su
experiencia educativa; de la etapa del desarrollo por la cual atraviesan, y dando especial
importancia a la atención y la comprensión de las características y particularidades de los
estudiantes. De esta manera, se les brinda a ellos la oportunidad de desarrollar su máximo
potencial en la vida o experiencia educativa, la cual se lleva a cabo en la escuela o el colegio,
y en la que se espera tener éxito, siempre dentro de sus potencialidades, cualidades y
necesidades (Latorre y González, 1987; Postic y De Ketele,1988, Monereo, y Solé, 1999;
Giné, 1999).
La observación debe convertirse en una actividad diaria del docente, sin implicar un
máximo de utilización de tiempo; por lo tanto, este puede diseñar diferentes instrumentos o
medios, que le permitan el registro de información, y así facilitar de alguna manera la
sistematización de la misma, lo cual haría del proceso un acto sencillo, dinámico y claro que
posibilitaría el conocimiento de una realidad que se desarrolla en el aula y da indicios de
dificultades o potencialidades que pueden ser utilizadas por el docente, para implementar
experiencias enriquecedoras para todas las personas, favoreciendo de esta manera los
procesos de realimentación entre los estudiantes y los estudiantes y el docente.
La observación por lo tanto, permitirá no solo una valoración del trabajo cotidiano, sino
más bien, la identificación de las causas que provocan el comportamiento de los estudiantes
en el aula, sea este adecuado o inadecuado, tanto al momento como a la acción que se está