El domingo cuenta

Cambié la salida del sábado por la del domingo y eso implica acortar un poco el horario total, no sé, como que si ese día no me apeteciera estar hasta las tantas por ahí así que me programé una ruta por na Burguesa para variar y eso que tengo casi una hora para llegar a sitio que es prácticamente lo mismo que si me fuera a Bunyola pisando un poco el acelerador, pero en Bunyola te enredas más por allá arriba, eso sí. Bien, aclarado el punto (por si fuera necesario porque seguro que ya lo he comentado decenas de veces) emprendo camino solo ya que el compañero no da señales de vida y eso que me había dicho que tenía ganas de salir, menos mal. Paso por can Valero pero sin ninguna esperanza de encontrar a nadie como realmente sucedió así que continué sin parar hacia la zona de colegios, allí podré empezar a tocar tierra, es poca cosa pero el cuerpo y la bici te lo agradecen. Hay que seguir por el carril acondicionado para nosotros hasta Génova y empezar a subir hasta arriba, elijo el camino largo y comienzo a encontrarme gente, unos corriendo y otros acabando la fiesta en el mirador, también hay uno con bici en la explanada pero no tiene ganas de hablar, puede que tampoco dominara el idioma español por lo que me pareció, y cuando lo vi salir ya me di cuenta de que no lo cogería más adelante, me equivoqué, volvía atrás y si me saludó, creo que regresaba a por el perro que le acompañaba y que no parecía tener muchas ganas de caminar ya que me lo encontré bastante antes.

Era hora de los corredores/as, aparecían por todos lados y también los buscadores de setas, estos un poco más camuflados entre la vegetación. Había un ciclista en el cruce de caminos, poco parlanchín también, me senté un rato allí viendo pasar los diferente ejemplares y con el único que dirigí palabra fue con un cazador que andaba buscando presas, algo escasas, me comentó, al parecer hay bastantes depredadores en la zona haciéndoles la competencia, y con respecto a la presencia humana parecía harto resignado si no indiferente, casi lo mismo que los otros que aparecieron después sin hacer mucho caso (diría que ninguno) a todo el resto de fauna bípeda que iba y venía sin descanso.

Descanso es lo que tuve de más y no había tiempo que perder sobretodo si quería dar un voltio por la zona del mirador, puig de s’Aliga le llaman, bajadita rápida, porteo por las piedras hacia arriba, una zona mala que hay que intentar rodar, un poco de sendero en subida hasta el hito y después para abajo a todo lo que sepas sin estropear ni estropearte nada. Me quise ir hacia el cortafuegos para atajar pero un cazador camuflado me lo recriminó y di media vuelta y me fui por la pista hacia el depósito, cogí el atajo y después la trialera alternativa al kilómetro de carretera que separa ambos collados y una vez allí a por los atajos directo.

Quería llegar hasta línea de mar pero ver pasar a dos bikeros por la rotonda de los militares cuesta abajo por el camí dels Reis hizo activarme el pique que todos llevamos dentro y me fui tras ellos y no paré hasta haberlos pasado en la subida, lógica? ninguna, será otra cosa.


No hay comentarios :

Publicar un comentario