Quizá fuese la noticia que no esperaba en estos primeros días de una nueva administración en Estados Unidos. Sin embargo, se produjo en la noche del jueves, cuando el Pentágono informó que se llevó a cabo un ataque aéreo al este de Siria, cumpliendo órdenes del presidente Joe Biden, de acuerdo con RT.
Según Washington, los bombardeos desde aviones en el este de Siria fueron dirigidos contra la infraestructura utilizada por grupos proiraníes, declaró el portavoz del Pentágono, John Kirby.
En tanto, Rusia ha calificado la operación de «ilegal y peligrosa».
El canciller Serguei Lavrov dijo, en conferencia de prensa, que «Estados Unidos informó a Rusia sobre el ataque en Siria, cuatro o cinco minutos antes de la acción», y aseguró que «una notificación de este tipo no sirve para nada, cuando el ataque ya está en marcha», según Sputnik.
Recordó que tropas de EE. UU. están en el territorio de Siria de forma ilegal, y viola así el derecho internacional, incluida la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU.
Además, Lavrov indicó que, «al parecer, ee. uu. no va a retirarse nunca de Siria».
Por su parte, la portavoz de Exteriores rusa, María Zajárova declaró: «Condenamos categóricamente tales acciones. Llamamos al respeto incondicional de la soberanía e integridad territorial de Siria».
La diplomática confirmó el «rechazo de cualquier intento de convertir el territorio sirio en un teatro para ajustes geopolíticos», de acuerdo con reportes de EFE.
A la vez, el vicepresidente del Comité de Asuntos Internacionales del Senado ruso, Vladimir Yabárov, aseguró que «es totalmente ilegal, por tratarse de un bombardeo en el territorio de una nación soberana. […] Lo que ha ocurrido implica un gran peligro y podría derivar en una escalada en toda la región».
Según reportes de varias agencias, el ataque aéreo estadounidense causó la muerte a 22 personas.
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