Llega el sello de Correos personalizado

· Correos ofrece al usuario la posibilidad de diseñar los sellos que va a enviar

· A diferencia de otros países, España no permite las fotos personales; sólo la del Rey

Si no se puede derrotar al enemigo, lo mejor es aliarte con él. Es lo que han pensado los dirigentes de los servicios postales de distintos países que, ante el descenso de las ventas de sellos y el uso de las cartas postales por el imparable avance de los e-mails, se han inventado una nueva y atractiva versión de la correspondencia, con los llamados sellos personalizados. Dicen que lo inventaron los australianos en 1999, y desde hace una semana ha llegado a España. Cada persona puede diseñarse su propio sello con la imagen deseada y hacérselo imprimir por Correos.

El sello personalizado intenta atraer al mercado juvenil tan aficionado al tuning y tan poco dado a escribir cartas. Pero también busca a las pequeñas empresas que quieren darse a conocer, al ciudadano que desea sorprender a sus amigos el día de su cumpleaños o a los padres que quieren comunicar el nacimiento de su hijo. La experiencia de otros países ha demostrado que la personalización del sello impulsa su circulación y contribuye a difundir efemérides y eventos de toda índole.

El pasado día 20 de diciembre, una resolución conjunta de los ministerios de Fomento y de Economía y Hacienda abría la puerta a los "sellos personalizados". El penúltimo día del 2006 se publicó en el BOE y desde el día 1 de enero del 2007 se pueden solicitar ya los nuevos sellos. A través de su oficina virtual en internet, Correos lanza la marca Tu sello y gestiona la venta on line de este nuevo modelo de franqueo. El cliente puede entrar en la web de Correos, introducir la imagen y el texto que desea para su sello y pagar por el pedido. Correos deberá admitir el diseño del sello, sujeto a unas reglas bastante estrictas, y, una vez mandada la conformidad, encargará la fabricación a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre (FNMT), que imprime los pliegos autoadhesivos. En un plazo máximo de 30 días, Correos se compromete a trasladar al domicilio del cliente los sellos que podrá utilizar para enviar cartas por el interior de España. Eso sí, se exige un pedido mínimo de 25 pliegos, cada uno de los cuales contiene 8 sellos, lo que representa un total de 200. Y también se establece un tope de 900. Los sellos tendrán el formato habitual de 40,9 x 28,8 milímetros y un valor de franqueo de 0,30 euros, válido para una carta de hasta 20 gramos de peso. En el sello aparecerán las palabras España y Correos,así como la letra A,que identifica el valor de franqueo actual para el territorio nacional.

El valor del sello es de 0,30 euros, pero el coste para el cliente es de un euro ya que deberá pagar los costes de impresión y envío.

El éxito de la iniciativa va muy ligada también al coleccionismo. Tal como ha pasado en otros países, los coleccionistas de sellos encontrarán un filón. La Fábrica Nacional de Moneda y Timbre se reserva la posibilidad de conservar los proyectos, maquetas, dibujos, pruebas y planchas de los sellos para ser destinados a los museos. Un sello personalizado puede convertirse en una obra original de un gran artista.

Una de las diferencias del sello español personalizado es que no se permite usar fotos de personajes vivos, ni del propio interesado. Esta limitación impide difundir la foto del hijo recién nacido o de la pareja de gays a punto de casarse, dos de los sellos que han triunfado en EE. UU. Correos sólo permite el retrato del jefe del Estado. Durante 40 años, los sellos sólo nos dejaron la foto de Franco y desde hace 30 sólo se permite entre los personajes vivos la del Rey o la de otros miembros de la Casa Real. La alternativa es usar el logo de la empresa, la casa natal, un paisaje querido o un eslogan. Se prevé que sean las empresas de marketing directo los principales usuarios, pero, por qué no, tal vez también los poetas. Si hay haikus en SMS, ahora existirá el sello poético de pequeña tirada.

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