Declaración del Director General de la OMS sobre la reunión del Comité de Emergencia del Reglamento Sanitario Internacional acerca del nuevo coronavirus (2019-nCoV)

30 de enero de 2020

Buenas tardes a todas las personas que nos acompañan en esta sala y a las que nos siguen por internet.

En las últimas semanas hemos presenciado la aparición de un agente patógeno desconocido hasta el momento, que se ha ido extendiendo hasta causar un brote sin precedentes ante el cual se ha aplicado una respuesta inédita.

Como he afirmado en repetidas ocasiones desde mi regreso de Beijing, debemos felicitar al Gobierno de China por las medidas extraordinarias que ha tomado para contener el brote, a pesar de las graves consecuencias sociales y económicas que esas medidas están acarreando entre la población del país.

Si no hubiese sido por la labor del Gobierno de China, y por los avances logrados en la protección de su población y de la población mundial, ya se habrían producido muchos más casos, y probablemente muertes, fuera de China.

No tengo palabras para describir la rapidez con la que el país detectó el brote, aisló el virus, secuenció su genoma y compartió esa información con la OMS y con el mundo: ha sido realmente impresionante. Igual que el compromiso que ha asumido con la transparencia y con el apoyo a los demás países.

En muchos sentidos, China está marcando un nuevo nivel de respuesta ante los brotes. No es una exageración.

Quiero además manifestar mi profundo respeto y agradecimiento a los miles de valientes profesionales sanitarios, y a todas las personas encargadas de la respuesta en primera línea, que, en pleno Año Nuevo Lunar, están trabajando las 24 horas del día para tratar a enfermos, salvar vidas y controlar este brote.

Gracias a su trabajo, el número de casos en el resto del mundo se ha mantenido relativamente bajo hasta la fecha.

Actualmente hay 98 casos confirmados en 18 países fuera de China, incluidos 8 por transmisión de persona a persona en cuatro países: Alemania, el Japón, Viet Nam y los Estados Unidos de América.

Hasta el momento no se ha notificado ninguna muerte fuera de China, algo por lo que todos debemos estar agradecidos. Aunque esas cifras todavía son relativamente pequeñas en comparación con el número de casos en China, debemos actuar de forma inmediata y coordinada para limitar la propagación del brote.

La mayoría de los casos fuera de China habían viajado a Wuhan, o venían de esa ciudad, o habían estado en contacto con alguien que había viajado a Wuhan, o que venía de esa ciudad.

Desconocemos el tipo de daños que el virus podría ocasionar si se propagase en un país con un sistema de salud menos robusto.

Debemos actuar inmediatamente para ayudar a los países a prepararse ante esa posibilidad.

Por todas esas razones, declaro que el brote mundial por el nuevo coronavirus constituye una emergencia de salud pública de importancia internacional.

La razón principal de esta declaración no es lo que está ocurriendo en China, sino lo que está ocurriendo en otros países.

Nuestra mayor preocupación es que el virus se propague en países con sistemas de salud menos robustos y poco preparados para enfrentarse a esta amenaza.

Déjenme ser claro: la presente declaración no implica que estemos retirando nuestro voto de confianza a China. Al contrario, la OMS sigue confiando en la capacidad del país de controlar el brote.

Como ustedes saben, estuve en China hace unos días y me reuní con su Presidente Xi Jinping. He vuelto plenamente convencido del compromiso que el país ha contraído con la transparencia y con la protección de la población mundial.

Deseo mandar un mensaje a los ciudadanos de China y a todos aquellos en el mundo que se han visto afectados por este brote: «no lo olviden, el mundo está con ustedes». Estamos trabajando intensamente con asociados a nivel nacional e internacional en materia de salud pública para controlar el brote lo antes posible.

Hasta la fecha se han confirmado en el mundo 7 834 casos, de los cuales 7 736 en China, es decir, casi un 99% del total. Han fallecido 170 personas, todas ellas en China.

Debemos recordar que estamos hablando de personas, no de números.

Más importante que la declaración de emergencia de salud pública son las recomendaciones del Comité para prevenir la propagación del virus y para que la respuesta sea proporcionada y se base en datos probatorios.

Me gustaría resumir esas recomendaciones en siete puntos principales.

Primero: no hay motivo para aplicar medidas que obstaculicen innecesariamente el comercio y los viajes internacionales. La OMS no recomienda limitar el comercio ni el movimiento de personas.

Hacemos un llamamiento a todos los países para que tomen decisiones coherentes y basadas en datos probatorios. La OMS puede proporcionar consejos a todo país que esté estudiando qué medidas adoptar.

Segundo: debemos apoyar a los países con sistemas de salud menos robustos.

Tercero: hay que acelerar el desarrollo de vacunas, tratamientos y pruebas de diagnóstico.

Cuarto: es necesario luchar contra los rumores y la información errónea.

Quinto: necesitamos revisar planes de preparación, descubrir las posibles carencias y definir los recursos necesarios para detectar, aislar y tratar casos, y para prevenir la transmisión de la infección.

Sexto: debe comunicarse información, conocimientos y resultados a la OMS y al mundo.

Y séptimo: el único modo de superar este brote es que todos los países colaboren juntos de forma solidaria. Esto nos afecta a todos, por lo que solo podremos superarlo juntos.

Es la hora de la acción, no del miedo.

La hora de la ciencia, no de los rumores.

La hora de la solidaridad, no de los estigmas.

Muchas gracias.