Por 86 días estuvo operativo el permiso de vacaciones, anunciado en diciembre, y que tuvo como propósito otorgar la oportunidad, por una única vez, de viajar a otra comuna o región, siempre y cuando tanto la zona de origen como de destino estuviesen en transición o en una fase superior del plan 'Paso a paso'.

Hoy, luego de tres meses, finaliza la vigencia de la medida que, según Carabineros, sumó más de 4,7 millones de otorgamientos desde la Comisaría Virtual.

Las regiones donde se solicitó un mayor número de permisos fueron la Metropolitana, con 2,3 millones; Valparaíso, 630 mil, y Coquimbo, 267 mil. Mientras que las zonas objetivo fueron lideradas por Valparaíso, con 1,2 millones; la Metropolitana, con 1,1 millón, y Coquimbo, con 436 mil.

La implementación del permiso no estuvo exenta de debate. Fundamentada en la necesidad de velar por la salud mental tras el agotamiento y fatiga causados por la pandemia, los expertos han planteado que impactó en el rebrote de contagios que desde enero experimenta el país.

Héctor Sánchez, director del Instituto de Salud Pública de la U. Andrés Bello, apunta a que 'una buena idea mal implementada, sin una política comunicacional de conciencia de riesgo, medidas de control y un sistema de trazabilidad, no era posible que funcionara bien'. Profundiza y dice que 'hubo un déficit, y es que la trazabilidad no funcionó, a nivel regional fue insuficiente para el número de contagios y este peak que estamos viendo empezó en regiones, en el sur, durante esa etapa'.

Rescata que 'la salud mental estaba con dificultades, lo que hacía pensar que era necesario un tipo de permiso'.

Carlos Pérez, infectólogo de la Clínica U. de los Andes y decano de Medicina de la U. San Sebastián, opina que el permiso 'es lo que se podía hacer en ese momento. Hubiese sido muy complejo que las personas ni siquiera pudieran moverse de sus hogares durante el verano y esto permitió que ocurriera de manera ordenada'.

Respecto del impacto sanitario en las áreas visitadas, el alcalde de La Granja, Felipe Delpin, quien preside la comisión de Salud de la Asociación Chilena de Municipalidades (AChM), es crítico con la medida: 'El haber otorgado los permisos de vacaciones para que familias enteras pudieran desplazarse por el país fue un error, porque a mayor movilidad, se genera más probabilidad de contagios. Creo que se buscó dinamizar el mercado del turismo y hoy estamos pagando el costo de esas medidas'.

Desde la industria turística aprecian la implementación. Helen Kouyoumdjian, vicepresidenta de la Federación de Empresas de Turismo, valora la iniciativa: 'Fue algo que nosotros planteamos desde un inicio y nos parecía una forma de reactivar la actividad turística de cara al verano y de esa forma la medida cumplió su propósito. Lo que sí fue que los destinos turísticos entraron en cuarentena en ese período, Iquique o Pucón, y no pudieron recibir al turista'.

A juicio del ministro de Salud, Enrique Paris, el permiso buscó que 'la gente pudiera salir algunos días por salud mental, lo que al comienzo todos aprobaron: la Mesa Social, el Colegio Médico estuvo de acuerdo con el permiso… Creo que fue necesario y positivo. No sé si luego pudo tener un efecto en los contagios: en medicina todo es muy relativo'.

Eso sí, afirma estar de acuerdo con que 'hubo un relajo en los meses de vacaciones, pero no fue el permiso, sino que el problema fue que durante los días que salieron algunas personas se relajaron y se olvidaron de las medidas de prevención, y eso pudo generar un aumento de los casos'.