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La libertad de expresión siempre ha estado perseguida. Al poder siempre le ha asustado que circulen libremente mensajes que se escapan de su control. Así que las amenazas actuales no son ninguna novedad. Sin embargo, en nuestros días, por primera vez en siglos, aceptamos casi unánimemente que todo el mundo debe poder expresar sus ideas aunque sean molestas para el poder. O incluso, sobre todo, si son molestas para el poder. Al menos, en teoría. En la práctica, es un derecho que a menudo se queda en nada. Al contrario que los demás derechos fundamentales, parece que la libertad de expresión no tuviera un contenido esencial intangible para los poderes públicos. Este libro intenta acabar con esa idea. Se centra en aclarar qué es exactamente la libertad de expresión y ofrece una idea concisa pero profunda de su régimen jurídico. Parte de los antecedentes históricos que muestran cuándo y por qué el poder político tomó conciencia del poder de las palabras. Narra cómo intentó controlarlas y cómo, frente a ello, se ha ido abriendo paso de manera lenta pero imparable la idea de que no hay democracia sin libre intercambio de ideas. Explica luego, de manera accesible para el lego en derecho, cómo aparece regulada en nuestra Constitución y en qué casos la ciudadanía puede invocarla para expresarse con la seguridad de no poder ser molestado por ello. Traza, al final, el panorama actual y las amenazas actuales de la libre expresión, que a menudo no se esconden tanto bajo la forma de la dictadura sino de lo políticamente correcto o el discurso del odio. En definitiva, pretende servir como auténtica guía de uso de la libertad de expresión.
"¿Puede ampararse en la libertad de expresión la quema de un retrato del Rey? ¿Y la difusión de ideas racistas? ¿O la profusión de opiniones insultantes de los oponentes políticos? ¿Y si no se trata de personas públicas, sino de particulares? El libro de Joaquin Urías contiene una aproximación sintética, pero rigurosa, del origen histórico, el reconocimiento actual y los problemas que presenta la protección y los límites de este derecho fundamental, no solo inherente a la libertad individual, sino al pilar básico del sistema democrático, de cuya salud constituye uno de los indicadores más fiables. Una excelente ocasión para realizar una inmersión rápida en una de las cuestiones más complejas y decisivas del sistema constitucional". Enoch Albertí, catedrático de Derecho Constitucional (UB).
Biografía del autor
Joaquín Urías es Profesor de Derecho Constitucional en la Universidad de Sevilla desde 1993. Durante casi seis años trabajó como Letrado en el Tribunal Constitucional. Ha sido también director del proyecto de la Unión Europea para la consolidación del sistema judicial de Albania. Es autor de numerosos trabajos científicos, esencialmente en el ámbito de la justicia constitucional y los derechos fundamentales, con especial atención en los últimos tiempos a la libertad de expresión. Entre ellos, destaca el manual español de referencia sobre la libertad de información.
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Un canto al sectarismo, malinterpreta la jurisprudencia del Constitucional y la manipula para defender que solo una parte del espectro político tiene derecho real a la libertad de expresión. En estos tiempos de la cultura de la cancelación, ni un solo argumento para defender el derecho a la libre opinión. En el paraíso del sectario señor Urías sólo los suyos tienen auténtico derecho a opinar. Simplemente increíble, que gente así enseñe en nuestras universidades.