Matt Reeves, eldirector que impuso su arriesgada visión en ‘The Batman’

El director Matt Reeves habla de los retos y logros de su nueva cinta sobre el Hombre Murciélago.

Los Angeles Times

Mar. 11, 2022 11:35 AM PT

Las películas de superhéroes siguen siendo una parte esencial de la maquinaria hollywoodense, por lo que, pase lo que pase con esta industria, su permanencia se encuentra garantizada. Pero la llegada de cierta pandemia global complicó incluso los planes de los más poderosos, y The Batman, la más reciente adición fílmica al género, no fue la excepción.

En realidad, los problemas a los que se enfrentó la esperada producción se iniciaron mucho antes de que se hablara del Covid-19, cuando era un proyecto que se encontraba todavía en manos de Ben Affleck, quien iba a dirigirlo, escribirlo y protagonizarlo. Por diversas circunstancias —en las que se incluye sin duda el rechazo profundo de un sector de la fanaticada hacia su desempeño como el Hombre Murciélago—, el ex de Ana de Armas terminó retirándose completamente del asunto, lo que le abrió finalmente las puertas a otro comandante: Matt Reeves.

Ampliamente celebrado por su labor en cintas de terror y ciencia-ficción tan logradas como Cloverfield, Let Me In, Dawn of the Planet of the Apes y War for the Planet of the Apes, que además de encontrarlo en el puesto de director lo vieron mayormente involucrado en el área del guion, Reeves convenció al estudio Warner Bros. para que le diera una libertad inusitada, lo que le permitió descartar la historia que se había desarrollado previamente e imponer su propia visión sobre el legendario ‘vigilante’ (que, como dicen muchos con razón, no es realmente un superhéroe).

Eso no quiere decir que el cineasta neoyorquino haya tenido las cosas fáciles, porque una vez que las cámaras se encontraban ya rodando en Inglaterra (donde se filmó la mayor parte del filme), el virus interrumpió primero el proceso, se llevó luego al entrenador de dialecto Andrew Jack y enfermó más adelante a la estrella Robert Pattinson, causando retrasos que se prolongaron cuando llegó el momento de estrenar el trabajo, que debía haberse encontrado en las salas en junio del 2021, que se reprogramó para octubre del mismo año y que se lanzó finalmente el 4 de marzo.

En vista de las circunstancias, nos interesaba particularmente hablar con el realizador, quien acaba de ofrecernos la entrevista que te brindamos tanto en su versión escrita como en la de video, y en la que el aludido habla de su trabajo con Pattinson, las alusiones a la coyuntura actual que introdujo en el relato, lo que buscaba lograr visualmente en la película y otros aspectos de interés.

Pregunta: Matt, The Batman llega finalmente a las salas; se demoró, pero va a estar en cartelera por un buen rato, a no ser que haya un cometa hasta ahora desconocido llegando a la Tierra.

Respuesta: Cuando tuvimos que detener brevemente el rodaje, porque estábamos filmando en medio de la pandemia, se trató de una force majeure, por lo que ahora tendría que pasar algo así para que no se viera; un acto de Dios.

P. Batman siempre ha sido muy oscuro, pero Bruce Wayne no tanto, al menos en las películas. ¿Qué tan interesante fue para ti crear esta nueva versión de Wayne, que es muy gótica, incluso medio disfuncional -a diferencia del típico playboy que se ha mostrado muchas veces-, y desarrollarla después con Robert Pattinson?

R. Lo que quería hacer y lo que me parecía emocionante era revisitar al personaje durante sus años iniciales, para que tuviera la posibilidad de evolucionar, por lo que me gustó la idea de presentar a este Batman más joven, que está tratando todavía de entender lo que significa ser Batman, actuando de una manera en la que no se encuentra ni siquiera completamente consciente de qué es lo que lo impulsa.

Quiere pensar que está haciendo esto para mejorar su ciudad, pero realmente, está actuando en una modalidad de venganza, porque está tratando de darle sentido a su vida. Nunca va a superar lo que le pasó cuando tenía 10 años, por lo que hay un impulso muy personal en lo que hace, incluso mayor de lo que él cree. La intención de la película es llevarlo a un despertar, para que, finalmente, se dé cuenta de que tiene que cambiar.

En lo que se refiere a la parte de Bruce Wayne, como ya hemos visto la versión tipo playboy que maneja un Maserati (y que tiene mucho sentido), pensé que tenía ahora una oportunidad única para mostrar la otra reacción que podrías tener ante lo sucedido, cercana a la de las grandes familias afectadas por situaciones similares, como los Kennedy o la realeza británica, donde ocurre una tragedia con un peso tan grande que hace que quien la experimenta quiera apartarse de todo.

¿Por qué no querría él convertirse en alguien como Howard Hughes y esconderse de la atención pública? Si te pasara ahora así, todo el mundo te señalaría probablemente cuando salieras a la calle, y la idea por aquí es que la gente lo viera como un recluso.

Estaba escuchando a Nirvana mientras trabajaba en esto y empecé a imaginar a Wayne como una estrella de rock. La gente me ha comentado, ‘tú has dicho ya que él es como Kurt Cobain’; pero no quise decir que Batman es Kurt Cobain, sino que Kurt Cobain tuvo una relación muy tensa con la fama, pese a que le encantaba hacer música. Fue una espada de dos filos, y él quiso apartarse de eso, lo que resultaba muy atractivo para mí en lo que respecta a buscar una aproximación distinta.

Y eso es lo que me llevó a pensar en Rob Pattinson, hasta el punto de que empecé a escribir la película para él sin saber siquiera si quería aceptar el papel. Por suerte, sí lo quiso, y trabajar con él fue increíble, porque es un tipo tremendamente creativo, reflexivo e interesante, y se aproxima siempre al trabajo desde un ángulo no tradicional e inesperado. A su lado, llevamos más allá al personaje, que se encuentra en una especie de caída libre, porque cada vez que sale y pelea con alguien, siente que está peleando con los asesinos de sus padres, por lo que está en un estado nebuloso e instintivo. Explorar eso con Rob fue increíble.

Robert Pattinson interpretando a Bruce Wayne.

P. Algo que es también muy interesante es la manera en que agregaste a la historia elementos contemporáneos para aludir a situaciones que se están presentando ahora mismo, aunque sea de manera sutil. Por ejemplo, Selena Kyle habla del ‘privilegio blanco’, y los seguidores de internet de uno de los villanos pueden recordarnos fácilmente a los integrantes de QAnon. ¿Fue arriesgado hacer algo así? ¿Quisiste demostrar que esta no era simplemente una película de ficción?

R. Lo que pasa cuando haces una historia sobre Batman es que uno de los personajes principales es Ciudad Gótica, un lugar corrupto que, para mí, debía reflejar nuestro mundo, porque quería presentar algo que te involucrara emocionalmente, que reflejara algo que se encuentra conectado a tu vida. Es más: quería que se tratara de algo conectado a mi propia vida. No se hizo nada para que resultara demasiado directo; no quería que fuera como ‘están presentando este evento’, ‘están presentando este otro’.

Era más como ‘oh, nunca he estado en Ciudad Gótica, pero se siente como algo que forma parte de nuestro mundo’. Sentí que eso iba a ofrecer una versión de esta historia que fuera relevante, que pudieras entender e identificarte con los personajes al verlos lidiando con problemas de una manera que los humanizara.

Se trataba más de humanizar a los personajes que de hacer algo orientado a una temática en particular; era una aproximación humanista para tratar que estos personajes mantuvieran sus cualidades míticas -porque es una historia de superhéroes que ha estado presente a lo largo de 80 años debido justamente a sus elementos míticos-, pero dándoles a la vez un aspecto que permitiera que nos acercáramos a ellos, que se vinculara a nuestras experiencias.

P.La parte visual de la película es increíble. Tenías el antecedente de al menos dos grandes directores que ofrecieron versiones visualmente extraordinarias de esta misma historia, pero lo tuyo era también muy complicado, porque tienes momentos de acción, una escena de persecución que recuerda a The French Connection, cosas del cine negro… Tuviste que lidiar con mucho en la puesta en escena. ¿Fue intimidante hacerlo?

Esa fue la parte más emocionante. Es una historia de detectives, y cada pista importa. Muchas películas tienen un pequeño detalle vinculado al mundo de los detectives, pero no es lo principal en la historia, mientras que esto, como dijiste, puede ser visto como un policial, en el que Batman y [James] Gordon se unen para luchar contra la corrupción y hay incluso una gran persecución automovilística; pero también es un thriller psicológico y una historia de detectives, por lo que había muchos detalles precisos que atender, y la cantidad de estos era abrumadora.

Sin embargo, la textura empleada era fascinante, porque las películas con las que crecí de algún modo eran esos thrillers de los setenta, como los de [William] Friedkin, [Martin] Scorsese y Alan Pakula. Sentí que sería muy emocionante lograr que esta película tuviera una iconografía visual que remitiera a los cómics, y que se sintiera mítica por ese lado, pero también una aspereza que hiciera que se sintiera como algo de los setenta y, por lo tanto, muy real y con los pies en la tierra. Fue muy divertido hacerlo.

P. Finalmente, ¿qué es lo que viene? Tiene que haber una secuela, y la vas a dirigir, ¿verdad? Porque ya estás muy involucrado con este proyecto; el estudio te dio la oportunidad de escribirlo y de crearlo, por lo que debes estar interesado en llevarlo más lejos.

Lo primero que viene va a ser una siesta muy larga [risas]. Mira, esto lo que ocurre: mi deseo al hacer la película era no tratarla nunca como un capítulo 1, porque eso hubiera sido asumir que iba a haber más entregas. Quería que esta película fuera una experiencia satisfactoria, que la gente pudiera experimentar una versión fresca de un personaje que han amado a lo largo de 80 años; y sé que, si nos sale bien, hay muchas otras historias que me gustaría contar. De ser así, haré el capítulo 2, pero no porque esta dejó de ser una experiencia completa. Dejemos que el público la vea; si se conectan con ella, habrá definitivamente más, y no estaré durmiendo por mucho tiempo.