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SALUD

“Proteger al médico es proteger a la comunidad y no lo estamos haciendo”

Carolina Corcho, vicepresidenta de la Federación Médica Colombiana, hace una radiografía alarmante de la situación del personal de salud en medio de la pandemia.

2 de abril de 2020

SEMANA: ¿Cuál es la situación de los médicos de Colombia frente a la atención de covid- 19?

Carolina Corcho: La mayoría de médicos (que son cerca de 110.000), no tienen condiciones laborales estables, 80 por ciento de ellos están bajo formas de contratación ilegal, tercerizados, y eso es importante porque muchos tienen contratos verbales sin cobertura de seguridad de riesgo laboral. Otros de ellos trabajan por horas con múltiples instituciones de salud. Esa inestabilidad laboral también genera inestabilidad para atender el coronavirus

SEMANA: ¿Qué situaciones y quejas les han reportado ellos a la federación?

C.C.: A la federación llegan quejas de no suministro de insumos de protección y en algunas se les obliga a que el médico asuma su protección de bioseguridad durante la pandemia. Eso significa que ellos deben proveerse su propia ropa de trabajo, guantes, tapabocas N95. Además, es normal en el sistema de salud que a ellos le paguen cada cinco meses e incluso cada 10 meses. Entonces ahora deben buscar plata para conseguir el atuendo con el cual protegerse.

Hay institución pública que no ha cancelado cirugías electivas en Bogotá y siguen haciéndolas y cuando les piden el material de seguridad que deben tener (traje de astronauta), dicen cómprelo ustedes. No han cancelado consulta externa ni cirugías, pero no protegen al hospital. En una clínica privada un médico es sospechoso de tener el Covid 19 y ante eso lo que hacen es que los demás se van para la casa sin claridad de protocolo sobre qué hacer, pero muchos de ellos trabajan en muchas partes donde están obligando a que firme contratos que se hacen responsables de insumos de bioseguridad. 

SEMANA: ¿Eso como se refleja en el día a día?

C.C.: En instituciones del mundo, los prestadores de servicio y las clínicas proveen la ropa del trabajo de los trabajadores y personal de salud. En estos sitios debe haber una lavandería donde se lave y desinfecte la ropa que les entregan todos los días. Eso no pasa en Colombia. Entonces vemos casos de estos profesionales que deben salir con su ropa de trabajo por las vías y buses y con lo cual son discriminados.

SEMANA: ¿Cuál es el riesgo aumentado de ellos?

C.C.: En toda la literatura científica mundial las medidas centrales que deben tomar los gobiernos son el confinamiento y la protección del personal de salud. Los chinos, que fueron los primeros en vivir esta pandemia, advirtieron a Italia que no cometiera los errores que ellos hicieron, que protegieran al personal de salud porque está demostrado que la ropa de estos trabajadores es fuente de contagio. El médico es primera línea de defensa y es personal muy valioso pues si se enferma no vamos a tener el personal para atender la población. Segundo, el mismo médico puede ser fuente de contagio entre hospitales donde hay enfermos con otras morbilidades y que por eso son más vulnerables. Es decir, proteger el médico es proteger a la población, a la comunidad, y no lo estamos haciendo. 

SEMANA: ¿es cierto que muchos tienen miedo, pero no dicen nada por temor a que los despidan?

C.C.: Es verdad. Estamos hablando y documentando como gremio esas quejas para enviarlas a las autoridades. Porque ellos son amedrentados, amenazados de despidos y de cancelación de contrato, incluso hemos escuchado que los denunciarán penalmente por terrorismo mediático si anuncian que no hay material de bioseguridad, un asunto que es inaceptable a todas luces porque en este momento estamos en la siguiente fase, la de mitigación, que es cuando la transmisión de la infección se da en la comunidad. Es muy grave. 

SEMANA: ¿Cuál es la queja mas recurrente dentro de las que han recogido?

C.C.: Que cuando hay médicos, enfermeras o empleados de la salud con sospecha de contagio, el empleador lo que hace es mandarlos a la casa con licencia no remunerada. Tampoco tenemos celeridad en hacer las pruebas del virus en personal de la salud. Se demoran hasta una semana y ese personal sigue expuesto y exponiendo a la comunidad. Esas pruebas deberían ser inmediatas para aislar al médico y hacer el relevo con otro médico protegido. Pero no están haciendo eso. Además, en los sistemas de vigilancia epidemiológica no se desagrega de la lista de infectados cuáles son médicos o enfermeras. Eso ayudaría a saber las necesidades. También está la queja de que compren de sus bolsillos el material de bioseguridad y que quienes tienen ARL se niegan a reconocer incapacidades 

SEMANA: ¿Nos hacen falta médicos?

C.C.: Desde hace 10 días se dio orden de cancelar consulta externa y cirugía electiva; y con esa decisión, la mitad de los médicos están en sus casas, disponibles, muchos sin trabajo, en vacaciones obligadas; otros están en licencias no remuneradas y otros sin devengar porque cobran por evento. Ese personal está disponible, pero para hacerles requerimiento debe haber un plan. ¿Cuál es el plan de apertura de unidades de cuidado intensivo (UCI)?, ¿Cómo las va a distribuir? ¿Dónde van a poner los respiradores?

SEMANA: ¿Qué estadística hay de infección y mortalidad de médicos?

C.C.: Sabemos que en España el 13 por ciento de los infectados es personal de salud y a nivel mundial, según The Lancet, es 20 por ciento de los contagiados totales. En Colombia no tenemos esta información, la tenemos que desagregar porque la dan agregada en cifras de contagiados diarios y se tiene que priorizar ese personal para hacerle la prueba porque es un personal muy valioso y con contacto con la comunidad vulnerable. 

SEMANA: ¿Cómo debe estar vestido el personal de salud? 

C.C.: Depende de si es personal de limpieza, paciente, cirujano, enfernera, médicos, laboratoristas. Para los que tienen contacto con pacientes que no generan aerosol del virus se requiere mascarilla quirúrgica, visor, careta o monogafa y guantes estériles. El que hace procedimientos quirúrgicos debe tener respirador N95, visor o monogafas, careta, bata manga larga antifluido, vestido quirúrgico, gorro y polaina. Los que atienden pacientes que producen aerosol debe contar con respirador N95, visor, careta, vestido quirúrgico, bata manga larga. El acompañante de paciente debe usar bata, guantes y mascarilla quirúrgica. El vestido de astronauta es necesario para el que está en contacto con pacientes que tosen o producen aerosoles. 

SEMANA: ¿Conocen ya infecciones de médicos?

C.C.: Claro que sí. Ya nos han reportado de médicos que han sido expuestos y los manda sin ninguna medida a sus casas, pero ellos trabajan en varias partes y no hay protocolos ni medidas claras. Al despedirlo, no hay seguimiento epidemiólogo y en todas partes del país hay exposición de contagio del personal, pero no lo vemos reflejado en los sistemas de información.

SEMANA: ¿Qué falta? ¿Hasta cuando hay provisiones?

C.C.: Tenemos hospitales donde no hay provisiones. No hemos llegado al pico de la pandemia y ya no tienen estos insumos, ni siquiera tienen jabón.  En otros hay un kit para que este personal aguante toda la pandemia.

SEMANA: ¿Qué partes del país están en déficit?

C.C.: Es indistinto. Nos llegan reportes de todo el país. De 33 departamentos donde hicimos encuestas, nos han respondido 27 de hospitales públicos y privados. En Bogotá, instituciones con mucha acreditación presentan este tipo de dificultades. Entonces, no me alcanzo a imaginar la situación de las que no están acreditadas. 

SEMANA: ¿Cuántos tapabocas se requieren por mes?

C.C.: Es una dotación diaria. Hay 300.000 trabajadores de salud, en las que se incluye el personal de aseo que tienen contacto con la comunidad. El 80 por ciento del personal de la salud no conoce el protocolo de covid-19 en su institución. Cada uno está informándose por su propia cuenta y haciendo sus propias lecturas, pero no hay directrices en las instituciones sobre cómo protegerse. Tenemos que proteger nuestras instituciones y hospitales porque si no se van a volver foco de infección. 

SEMANA: Si seguimos así, ¿qué pasara?

C.C.: Pues para nosotros no cabe en la cabeza que no se haga nada, todos los días vamos a seguir insistiendo en esto porque es inaceptable que estas medidas -que se han debido tomar desde el primer día- no se hayan tomado. No nos cabe que se vaya a poner en peligro a estas personas. Confiamos en que vamos a encontrar soluciones para protegerlos. 

SEMANA: ¿Qué le diría al gobierno?

C.C.: Dos cosas. Revisar actos administrativos porque son ambiguos en cuanto a quiénes deben hacer las compras. En uno dicen que las deben hacer alcaldes y gobernadores, pero esto no tiene lógica porque la compra debe ser a escala, centralizada. Lo segundo, deben revisar la función de las ARL pues se comprometieron a que cinco por ciento de sus recursos los invertirían en estas dotaciones y eso no se está verificando. Lo tercero es hacer un sondeo de los requerimientos del material de bioprotección y en ese sondeo hay que ,llamar a las textileras para que hagan producción centralizada de esos suministros, de acuerdo con los requerimientos de la OMS y OPS.