Concluyendo

Con las cosas a medias no se juega, conviene dejarlas rematadas y a poder ser, cuanto antes. Recordemos que dejamos inconclusa una ruta el día de la ventolera pero este sábado no va a suceder lo mismo, al menos por eso no será que la cancelemos. Sito viene en plena recuperación al parecer a buen ritmo y quiere ya probar algo de más enjundia, yo creo que la ruta le viene al pelo, está entre medias de todo, de distancia, de esfuerzo, de técnica (o quizás de esto aún menos) y de horario, nos viene que ni pintada.

Solo somos dos así que es fácil entenderse y la proposición sale adelante sin oposición, al revés, con bastante aceptación, solo queda enfundarse los equipos, aceitar un poco barras y cadena y salir a rodar. Quedamos en vernos en el Deca para empezar a pedalear atravesando el desértico polígono muy falto estos días de toda la peña trasnochadora que vaciaba los locales a esas horas mientras nos dirigíamos hacia Bunyolí vía Establiments. Subida muy tranquila por la pista hasta la cadena donde hicimos el alto y donde también llegaron otros bikeros que tenían la intención de hacer la ruta clásica hacia la ermita y que nos requirieron de cierta información ya que venían siguiendo una traza por no haber rodado aún por allí finalizando la conversación en el cruce de Sobremunt donde llegamos casi a la par aunque por caminos diferentes.

El único pero que tuvimos hasta llegar a la barrera de entrada al bosque fueron otra vez los perros del Pouet que nos mantuvieron unos minutos a la expectativa en la primera barrera hasta que decidimos avanzar a pesar de que los ladridos no cesaban, menos mal que retrocedieron hasta el desvío de las casas a medida que íbamos avanzando hasta su posición y nos dejaron continuar en paz.

El sendero del bosque está muy limpio y excepto algún que otro paso sobre piedras es circulable totalmente, no es achacable a su estado para nada que el compañero se decidiera a tirarse por el borde justo cuando nos habíamos bajado de la bici para sortear un tronco cruzado en el suelo, le quedó un spagat perfecto, pese a lo gracioso del momento mejor sacarlo de allí cuanto antes y dejarlo solo en una anécdota. Han adecentado y bastante el paso por la barrera del coll y se han decidido a quitar el somier y poner algo decente y en condiciones, seguro que no pensando en nosotros desde luego, del mismo estilo con que han resuelto el paso de la barrera intermedia, por eso mismo y la no presencia de ningún vecino cero problemas adicionales en la bajada.

Justo al llegar a la barrera de la carretera vemos aparecer subiendo un grupo de bikeros, algunos de ellos conocidos y con los que mantenemos una corta conversación hasta lo alto, ellos se desvían hacia la Campaneta, su intención es subir a la mola de Planícia después de haber rodado también por la Fita del Ram, nosotros no vamos tan lejos, tan solo queremos bajar a Puigpunyent sin mayores pretensiones, por el sendero marcado, eso sí. Me gustó la bajada, se come toda la zona de curvas recortando de una paella a otra prácticamente sin obstáculos y con un tramo final de lo más pedregoso y bacheado, si llegara más cerca del pueblo podría hasta considerarse como una buena bajada, lástima que en la vertiente de Esporles no se disponga de algo semejante para evitar la carretera.

No hace falta apurar el depósito hasta el final y nos paramos cerca del torrente a comer algo, solo nos queda la vuelta a la ciudad y va a ser hasta cómoda, vamos a rodar todos los tramos del camino antiguo como sea posible a pesar de algunos propietarios reacios a admitir esa posibilidad, de hecho oímos voces cerca aunque no los visionamos, ni ellos a nosotros por lo que el paso por la finca estuvo exento de complicaciones. El compañero no conocía todos los tramos y fue en uno de los nuevos donde nos topamos de frente con un terceto de viejos colegas de los pedales con los que intercambiamos saludos y abrazos virtuales antes de proseguir con nuestras respectivas rutas, decir que la nuestra estaba a punto de finiquitar aunque eso no impidió que diéramos alguna vuelta de más en la zona despejada hasta reencontrar el itinerario correcto.

Y nada más, la vuelta por asfalto ya es relleno aunque totalmente necesario y siempre con un poco de aprehensión cuando notas que no eres tú el que controla la situación, y si esa situación te viene desde atrás y sin avisar, más todavía, pillar el carril bici es todo un alivio a estas alturas, por allí como mucho lo que te pueda pasar es que te embista algún patinete y eso no parece muy peligroso si lo comparamos con la situación anterior aunque tampoco conviene fiarse mucho, el suelo suele estar muy duro en cualquier caso.


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