Bona volta

Me parece recordar que entre semana había visto un video de un compañero bajando por el camino que todo el mundo conoce como el Burotell y comprobé como se ha despejado de árboles caídos en su parte alta, al menos la mayoría, quizás fuera el incentivo que necesitaba para volver porque no me dejó un grato recuerdo el último pase que hice por allí ya que fue realmente penoso, y dicho en el sentido de costar horrores atravesar por allí.

Yo estaba animado pero el compañero con el que tenía que rodar no tanto pero pensaba (ilusamente) que ofreciéndole un acercamiento nuevo y en términos ciclistas, muy fácil, le animara lo suficiente como para acabar la ruta como tenía pensado. En un principio se presentó a la salida, con el consabido retraso para no desentonar, y nos pusimos al tema con tiempo suficiente para calentar si hay que llegar a la Vileta desde donde partimos, 5 o 6 kilómetros no nos los quita nadie. Vamos a subir por el camí vell de Puigpunyent hacia el coll de Son Marill y ahí toca empujar ya que el tramo de pista empinado sigue estando de pena, ya costaría estando bien así que es doble dificultad, massa penyora, pero en pocos minutos estamos arriba y esto es lo que cuenta ya que a partir de este punto es todo bajada y como mucho, llano, pero sigo siendo un iluso integral y es llegar abajo para empezar a oír los lamentos del acompañante y yo erre que erre, que es plano, que no hay problema, que es un paseo, y así de esta guisa consigo arrastrarle (porque no hay otro descriptivo mejor) unos pocos cientos de metros, el sembrado fue la puntilla y acrecentó sus quejas y al volver a pillar carretera ya fue inútil cualquier intento, desertó aunque eso no impidió que continuara yo la ruta por mi cuenta prosiguiendo por el camino recién abierto y llegando al pueblo de manera más que honorable.

No paré en el cruce y continué hacia es Coverany donde hice el alto programado junto a la pared y antes de afrontar el segundo pateo del día, este mucho más suave y corto que el anterior y además en lugar de ir por el paso me desvié hacia la carretera por la que recorrí el último kilómetro antes de llegar al desvío del GR. No voy a contar las delicias de este camino ni como te agradece la bici que la lleves a trotar por ahí, ya lo he comentado en muchas ocasiones anteriores pero es que si esas son precisamente las sensaciones que te recorren el cuerpo cada vez que pasas es inevitable no hacer la mención y si además sabes de antemano que lo que hay a continuación de la barrera es positivo no temes acelerar el paso para saborearlo cuanto antes.

Hago la parada obligatoria en la barrera y además se me ocurre también llamar a casa para informar de mi posición y mis planes ya que ni siquiera se los había confiado al compañero, nunca se sabe. No fue una bajada espectacular, aún quedan algunos árboles atravesados que, aunque pocos, te hacen perder el compás; el hecho de ir solo y de oír algunos cabrones persiguiéndome con cara de pocos amigos y muchos cuernos, y sumado a que tenemos aún la barrera cerrada a mitad de camino no hizo que disfrutara esa bajada al máximo y para colmo me tuve que llevar la bronca de unos payeses (creo) que entraron con furgoneta por la barrera de la carretera y me pillaron a punto de salir, me echaron muy educadamente, si fuera por mí podría decidir, en un momento dado, no volver a pasar pero donde más me afecta es en la difusión de la ruta publicada que utiliza ese itinerario, la Ruta 3, lo que me va a obligar a añadir una nota informativa al respecto de las intenciones de los propietarios respecto al paso de bicis y no sé si de senderistas también ya que el paso por la barrera intermedia está impedido para todo el mundo.

El incidente no me desanimó lo suficiente como para no querer subir el coll des Vent aunque realmente desde la misma puerta del Burotell sea ya todo subida, no es que me sintiera eufórico pero si bastante ligero y esa misma sensación es la que sentí al tomar el sendero desde arriba e ir enlazando con los tramos de bajada donde dí un buen recorte a mi crono en ese segmento, no es que fuera con esa idea ni mucho menos ya que se trata estrictamente de sensaciones, no hay manera de controlar el crono en pleno descenso, todo se ve a posteriori así que solamente y únicamente se trata de disfrutar del momento.


Inciso: ese tramo de bajada y su crono precisamente es muy engañoso ya que la aplicación que todos sabemos ofrece una clasificación errónea ya que unifica dos trazadas distintas en un mismo segmento con grandes diferencias de tiempo entre una y otra.


El domingo me desperté tempranamente, con ganas de salir a rodar visto lo sucedido el día anterior, y salí a dar una vuelta por los alrededores, polígono, Bunyolí, Sarrià y barrera de Son Malferit donde me convencí de que era hora de volver aunque fue una decisión tomada sin base alguna, lo deduje sin mirar el reloj, ni tan siquiera haciendo mucho caso a las cantadas de la voz de la aplicación, y más ahora que en estos últimas rutas parece que va algo despistada, tanto le da por no cantar ningún kilómetro como recitarlos seguidos, así me salen medias de más de 200 km en algunos tramos, claro. Y llegué muy temprano a casa aún habiendo ido a hacer un poco el pardal por los terrenos universitarios, no hubiera pasado nada en el supuesto de haber cruzado la barrera, quizás hasta hubiera tardado lo mismo ya que vuelves más directo, pero no me puedo quejar, el rodar por pistas de tierra siempre se agradece.


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