El espíritu empresarial en Europa

1) OBJETIVO

Generar un debate en el contexto de la estrategia de Lisboa sobre un entorno favorable para la creación y desarrollo de empresas a raíz de la intención de la Comisión en el Consejo Europeo de Barcelona en 2002 de presentar un Libro Verde sobre el espíritu empresarial.

2) ACTO

Libro Verde de la Comisión, de 21 de enero de 2003, titulado «El espíritu empresarial en Europa» [COM (2003) 27 final, no publicado en el Diario Oficial].

3) SÍNTESIS

Contexto

1. El Libro Verde se sitúa en el marco del Consejo Europeo de Lisboa, que tuvo lugar en 2000. Se formuló el objetivo de conseguir que la Unión Europea (UE) se convirtiese para 2010 en «la economía basada en el conocimiento más competitiva y dinámica del mundo, capaz de crecer económicamente de manera sostenible con más y mejores empleos y con mayor cohesión social».

2. Dada la importancia de las empresas y del espíritu empresarial a la hora de conseguir una Europa más competitiva y dinámica, la Comisión desea generar un debate sobre el papel del espíritu empresarial y cómo reforzarlo.

3. En el Libro Verde se da, para empezar, un resumen de la definición y de la importancia del espíritu empresarial. A continuación, se trata de las condiciones necesarias para fomentar la creación de empresas y orientar a las empresas hacia el crecimiento, para luego desarrollar las perspectivas de las posibles actividades en esta área.

4. Dentro del espíritu del nuevo método abierto de coordinación, el Libro Verde proporciona numerosos ejemplos sacados de las buenas prácticas de los Estados miembros con el fin de reforzar el espíritu empresarial.

Definición e importancia

5. El espíritu empresarial es la aptitud creativa del individuo, aislado o integrado en una organización para detectar una oportunidad y aprovecharla con el fin de crear un valor nuevo u obtener el éxito económico.

6. Esta creatividad es crucial para la competitividad de las empresas en un mercado existente o emergente, independientemente del sector de que se trate. Las nuevas iniciativas empresariales estimulan la productividad. Asimismo, obligan a otras empresas a reaccionar mejorando su organización, producción, servicios o mercados, con lo que hacen que aumente la competencia. Como consecuencia beneficiosa de todo ello, se produce un aumento general de la competitividad de la economía. Por lo demás, las nuevas empresas, sobre todo las pequeñas, crean multitud de nuevos puestos de trabajo y, por lo tanto, hacen que baje la tasa de paro.

7. Por el contrario, las estadísticas del Eurobarómetro (EN) (FR) de 2002 muestran que los europeos prefieren ser trabajadores por cuenta ajena (45 %) en vez de trabajadores por cuenta propia, contrariamente a lo que ocurre en los Estados Unidos, donde una mayoría neta del 67 % optaría más bien por ser empresario. Las diferencias entre los países europeos son muy acusadas; los países meridionales, el Reino Unido e Irlanda son los más proclives a la vida empresarial.

Retos para aumentar el número de empresarios, el crecimiento de las empresas y el reconocimiento del espíritu empresarial

8. Los europeos consideran que los obstáculos administrativos son la principal barrera que se opone a la creación de una empresa. Además, las nuevas empresas tienen dificultades para conseguir el capital necesario.

9. El riesgo que representa la vida empresarial no se valora lo suficiente. El empresario que no tiene éxito queda desacreditado por el fracaso. Así, por ejemplo, cuando un empresario fracasa pero ha actuado de forma honrada, debería poder acogerse a una legislación que permita liquidar lo antes posible las empresas no viables y crear una nueva empresa. Otro caso es el del trabajador por cuenta ajena que decide hacerse empresario, lo que implica un período transitorio en que se reduce su protección social. Una protección social adaptada a las necesidades de los empresarios podría aumentar el atractivo de la empresa.

10. La educación y la formación son factores que repercuten a largo plazo en el espíritu empresarial. Se trata de incitar a las personas a aprovechar las oportunidades de carrera que se les ofrecen. En los ambientes escolares y universitarios se podrían desarrollar programas de promoción del espíritu empresarial.

11. Debe fomentarse el espíritu empresarial entre los colectivos subrepresentados, como las mujeres. Las minorías étnicas también dan prueba de una marcada predilección por la empresa y de un potencial superior. Los servicios de apoyo a las empresas parecen menos adaptados a sus necesidades específicas.

12. La normativa a menudo no está lo suficientemente diferenciada según el tamaño de la empresa, de forma que afecta sobre todo a las pequeñas empresas cuyos recursos son insuficientes. Por lo tanto es necesario «pensar primero en los pequeños» y hacer que la normativa sea más sencilla y esté mejor orientada o proporcionar una asistencia administrativa. En 2002 se nombró dentro de la Comisión Europea un representante para las pequeñas y medianas empresas (PYME) cuyo cometido es procurar que los intereses de estas empresas reciban la necesaria consideración. Los tipos de imposición tributaria tienen una gran influencia en la creación y expansión de las empresas. Las reformas fiscales llevadas a cabo en el transcurso de los últimos años han contribuido a que se dé una evolución clara hacia la reducción de la carga impositiva que pesa sobre el trabajo en la Unión Europea, pero los impuestos laborales siguen siendo elevados en gran número de Estados miembros.

13. En algunas zonas y sectores se hacen sentir cada vez más dificultades a la hora de contratar personal, ya que la demanda de trabajadores con un elevado nivel de cualificación ha aumentado a mayor ritmo que la oferta. Se pueden tomar medidas que incluyan el aprendizaje a lo largo de toda la vida, el fomento de la movilidad o contratar más ciudadanos de terceros países. Muchas PYME se enfrentan a dificultades porque los bancos cada vez son más reticentes a ofrecer créditos con riesgo. Por lo tanto, sería conveniente desarrollar los mercados de capital riesgo como solución complementaria del crédito bancario. El Fondo Europeo de Inversión (FEI), por ejemplo, ya trabaja en este sentido.

14. Hay que aumentar la tendencia de las PYME a ampliarse y a internacionalizarse aprovechando el asesoramiento procedente de las redes locales y regionales, de otras empresas (sobre todo las grandes empresas internacionales), de contactos personales y de intermediarios. Estas redes proporcionan a los empresarios la oportunidad de intercambiar experiencias sobre expansión y de obtener conocimientos, socios y asesoramiento.

15. Los resultados de la I+D y de la innovación en las grandes empresas, las universidades o los organismos de investigación también permiten a sus empleados crear sus propias empresas con los conocimientos que han adquirido. Las empresas son favorables a este tipo de «intraempresariado» pero, a menudo, se deja la iniciativa a los empleados. Por otra parte, debería desarrollarse más la cooperación entre PYME, ya que redunda en su propio interés. A través de este tipo de cooperación es como se desarrolla la masa crítica para conquistar los mercados a gran escala.

16. La creación de una sociedad más favorable a la empresa es asunto de todos. Hay que hacer que las actitudes ante el espíritu empresarial y el fracaso sean más positivas. La realización de este objetivo corresponde a aquellos de quienes dependen los empresarios de hoy y de mañana. También hay que valorar el papel que desempeñan las empresas de la economía social al actuar en favor de la colectividad.

Perspectivas

17. La naturaleza horizontal del espíritu empresarial requiere un enfoque coordinado. Esto se aplica sobre todo a las administraciones públicas a todos los niveles, que deberían coordinarse mejor con los propietarios de empresas para definir las prioridades en el refuerzo de la empresa y el espíritu empresarial.

18. Algunos Estados miembros consiguen mayores logros en el fomento del espíritu empresarial. Sería conveniente que los demás se inspirasen en ellos en el marco del método abierto de coordinación, mediante el cual la Comisión crea plataformas para permitir que los países intercambien sus mejores prácticas.

19. Por último, hay que recordar que deben seguirse tres ejes principales para aumentar el espíritu empresarial: en primer lugar, hay que eliminar los obstáculos que se oponen al desarrollo y al crecimiento de las empresas, como la burocracia y la falta de financiación. En segundo lugar, hay que comparar los beneficios del espíritu empresarial con los riesgos asociados a él, por ejemplo, desarrollando acciones de fomento como reformas fiscales y de ayuda a la hora de hacerse cargo de una empresa. Por último, hay que crear una «sociedad con espíritu empresarial», entre otras cosas animando a los jóvenes en las escuelas y en las universidades a desarrollar competencias en este sector.

4) medidas de aplicación

5) trabajos posteriores

Comunicación de la Comisión al Consejo, al Parlamento Europeo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las Regiones - Plan de acción: El programa europeo en favor del espíritu empresarial [COM (2004) 70 final - no publicada en el Diario Oficial].

Decisión 1639/2006/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 24 de octubre de 2006, por la que se establece un programa marco para la innovación y la competitividad (2007-2013) [Diario Oficial L 310 de 9.11.2006].

Última modificación: 18.10.2007