SEÑOR DIRECTOR
Niños y jóvenes alemanes han hecho noticia con la campaña #WirWenderLaut (#AlzaremosLaVoz) por una educación segura en pandemia. En dos años de una crisis sanitaria llena de incertidumbres, tenemos una certeza: el Covid-19 se transmite por el aire.
Sin embargo, los protocolos para abrir escuelas siguen sin apegarse a la evidencia.
“Se insiste repetidamente en los efectos psicológicos que puede haber si no hay clases presenciales, pero los preparativos para recibir a los estudiantes apenas sí se hicieron durante el verano pasado”, señalan en Alemania; y hoy en Chile coincidimos. Mantenemos indicadores (positividad y ocupación UCI) muy por encima de los recomendados para abrir escuelas. Se han eliminado aforos y reducido cuarentenas confiando en la vacuna, que no basta que prevenga enfermedad grave o muerte si, incluso en contagiados en forma leve o asintomática, uno de cada siete niños puede sufrir “Covid persistente”.
¿Qué exige la campaña? Lo mismo que científicos y divulgadores pedimos desde 2020: medidas adecuadas para cuidar de verdad a las generaciones futuras. Abrir escuelas, sí, pero con baja incidencia de contagios, uso de mascarillas N95, medición de CO2 en las aulas (para ventilar con datos, sin exponer al frío, y saber cuándo es preciso usar filtros HEPA), aforos según distancia mínima de dos metros, jornada reducida para evitar almuerzo (o hacerlo al aire libre), y tests de antígenos frecuentes. Solo así podremos afirmar, de acuerdo a la ciencia, que las escuelas son seguras para todos.
María José Calvimontes
Comunicadora
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.